miércoles, 7 de enero de 2009

EL DEPORTE COMO ESPEJO DE LA SOCIEDAD

En algunos casos, el estudio del deporte puede hacerse para comprender, a través de él, a la sociedad en su conjunto. Es decir, en la medida en que el deporte está inserto en una sociedad, participa de su cultura, etc... Al estudiar la práctica del deporte se está aprendiendo también de la propia sociedad en la que está inserto. Estaríamos tomando el deporte como un espejo o un modelo en pequeño de la sociedad.

En ese caso diríamos que la sociología del deporte es realmente “sociología a través del deporte”. Porque el objeto es comprender la naturaleza de la sociedad en su conjunto, la forma en que se organizan y relacionan diferentes categorías y grupos de gente, cómo se comportan en la sociedad, la forma de interpretar y dar significado a sus interacciones y a sus experiencias colectivas, los problemas, asuntos y procesos sociales que afectan a la sociedad...

EL DEPORTE, LOS VALORES CULTURALES Y LA IDEOLOGÍA

En otras ocasiones, lo que se pretende comprender y conocer mejor es el deporte mismo, pero esto también se hace teniendo en cuenta la inserción del deporte en la sociedad. Es decir, se trata de estudiar el fenómeno del deporte en relación con la cultura y la sociedad en la que está inserto. El deporte puede ser transmisor de valores culturales, o puede ser un escenario para la modificación de esos valores, o incluso para la lucha por definir cuáles son los valores dominantes en la sociedad. Para entender bien el deporte como fenómeno social, hay que entender, por tanto, la relación que tiene con esos valores sociales.

Por ejemplo, pensemos en las ideas y valores culturales dominantes en las sociedades occidentales sobre las relaciones de género. Hasta finales del siglo XIX o comienzos del siglo XX, puede decirse que los valores dominantes en la cultura occidental y en las sociedades occidentales incluían la idea de la superioridad del hombre sobre la mujer. La práctica del deporte no escapaba a esos valores dominantes, y por tanto, en gran medida, el deporte era un escenario más donde se representaban las ideas de dominación del hombre y de celebración de las características humanas más comúnmente asociadas con el hombre.

Así, hacer bien deporte (lanzar bien la pelota, o conseguir batir un record personal) era comportarse “como un hombre”, mientras que cuando alguien fallaba se podía decir que actuaba “como una chica” o “como una nena”. Este lenguaje podía ser utilizado incluso por los entrenadores para motivar a los participantes en deportes (masculinos) de equipo. De manera que, claramente, se asociaba el éxito con la masculinidad y el fracaso con la feminidad. Sin embargo, esas ideas y valores se vieron puestas en duda por la existencia de mujeres deportistas, especialmente por las mujeres que eran deportistas excelentes (en ciertos casos, mejores que la mayoría de los hombres). Al principio, la percepción sobre estas mujeres era de desconfianza y sospecha sobre su verdadera feminidad (son mari-machos) o sobre su sexualidad (son lesbianas). Y la práctica del deporte por las mujeres fue durante mucho tiempo desaconsejada, desincentivada, y desde luego no promovida como la de los chicos. No obstante, puede decirse que en el mundo del deporte, como en la sociedad, se ha producido (y todavía se produce) una “lucha cultural” en torno al significado de la masculinidad, la feminidad, y el papel de hombres y mujeres en la sociedad. Nuevas formas de entender la identidad femenina (y la masculina) compiten con las antiguas definiciones, y en gran medida han conseguido ya la transformación de la ideología dominante sobre estos temas en el mundo del deporte.

Este es un asunto complejo, como veremos en el tema correspondiente del programa, pero puede decirse que las mujeres deportistas han conseguido que se acepte que se puede ser muy poderosa físicamente y a la vez una “verdadera” mujer.

Del mismo modo, en el deporte podemos ver cómo se reproducen, transforman o compiten valores culturales con relación a la clase social; o valores culturales o ideologías generales respecto a lo que es deseable o correcto en la vida (la disciplina, el esfuerzo, el riesgo, el valor...). Como la cultura y la ideología son complejas y a veces inconsistentes, y como el deporte también es una actividad muy variada, veremos que la conexión entre el deporte y la cultura y la ideología será también muy diversa. Habrá ocasiones y circunstancias en las que el deporte reproduce determinados valores, y otras ocasiones en los que los que practican otro deporte, o ese mismo deporte en otras circunstancias, estén por el contrario poniendo en cuestión esos mismos valores.

EL DEPORTE Y OTRAS ESFERA DE LA VIDA SOCIAL

Además de estudiar la conexión e influencia mutua entre el deporte y la cultura y la ideología de una sociedad en su conjunto, el deporte puede estudiarse también como una esfera de la vida social en relación con otras esferas de la vida social.

DEPORTE Y FAMILIA. La participación de los niños en actividades deportivas condiciona a veces de manera muy intensa la vida de las familias. Los padres en algunos casos tienen que alterar sustancialmente sus planes de vida para facilitar la práctica deportiva de sus hijos. También la práctica deportiva de los adultos puede afectar a la vida de las familias, claro. Y la práctica de los deportes conjunta por varios miembros de la familia puede servir para fomentar y cuidar las relaciones entre los mismos.

Por otra parte, la contemplación de los deportes como espectadores, puede tener también mucha influencia en la vida familiar. Puede ser motivo de disputa e incomunicación familiar. Y puede ser también un motivo para tener tiempos compartidos.

DEPORTE Y ECONOMÍA. Las economías de los países desarrollados tienen ya una parte importante de su actividad vinculada a la actividad deportiva. Miles de millones de dólares que van destinadas a entradas, equipamiento deportivo, cuotas de participación en competiciones, cuotas de socios en clubes deportivos, apuestas deportivas.

En muchas ocasiones se gasta dinero público para fomentar el deporte, bien el practicado por la gente común (como cuando los ayuntamientos y otros niveles de gobierno pagan por mantener instalaciones deportivas), bien el deporte-espectáculo (cuando los poderes públicos subvencionan la construcción de instalaciones deportivas para clubes profesionales).

Algunos deportistas ganan muy grandes sumas de dinero. Y algunas empresas gastan muchísimo dinero en patrocinar acontecimientos, anunciarse.... Dan sus nombres a equipos o a estadios.

Por todo esto está claro que el deporte forma parte importante de la vida económica y debe ser entendido y estudiado también como fenómeno económico.

DEPORTES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN. En parte en conexión con lo anterior, y en parte como algo separado, está clara la conexión entre los deportes y los medios de comunicación. Las cadenas de televisión de todo el mundo pagan cifras astronómicas por los derechos de transmisión de acontecimientos deportivos, como los mundiales de fútbol, los juegos olímpicos, o las ligas profesionales de fútbol o de otros deportes populares en cada país. Puede decirse que hay una relación simbiótica en el sentido de que algunos medios de comunicación no existirían o serían muy diferentes sin el deporte, y a su vez el deporte sería también muy diferente sin los medios de comunicación.

Además los medios de comunicación enfatizan ciertos temas, valores e ideas cuando hablan de los deportes, de manera que tiene una influencia crucial sobre cómo la gente percibe los deportes y piensa sobre ellos.

DEPORTE Y POLÍTICA. En muchas ocasiones el deporte está unido a sentimientos de orgullo nacional y a un sentimiento de identidad nacional. En muchos países es rutinario que suene el himno nacional y que se haga ondear la bandera en cualquier acontecimiento deportivo (no sólo en competiciones internacionales). Los líderes políticos suelen aprovechar cualquier victoria de un equipo nacional o local para mejorar su imagen apareciendo con ellos en los balcones de los ayuntamientos de turno.

Y el deporte ha sido usado (y todavía lo es) por los países como una manera de promover la imagen nacional, o en algunos casos la imagen de un sistema político o económico.

LOS DEPORTES Y LA EDUCACIÓN. El deporte está integrado en los sistemas educativos de casi todos los países. Todo los niños, hacen deporte en la escuela y en la enseñanza secundaria. En algunos países, los programas deportivos de las escuelas de secundaria y de las universidades tienen un enorme papel en la vida de esas instituciones, en promover su imagen, atraer talentos...